A los timoratos y conservadores de la izquierda, que consideran a la crisis mundial como un episodio sin alcances políticos, la nueva etapa de la bancarrota capitalista los deja en un ridículo completo; como lo dijimos siempre, sus consecuencias políticas y revolucionarias son inevitables.
En 2001, nos consta, el Argentinazo sacudió como una descarga eléctrica a los trabajadores de Grecia, con los que confraternizamos y discutimos.
Hoy, nos electrizamos con el combate de ellos, en esta etapa nueva y decisiva del colapso capitalista.
Ver la nota completa en Prensa Obrera Nº 1127: http://www.po.org.ar/node/24738
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