En la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri con su Código Contravencional discrimina a las compañeras travestis, y por la otra puerta la Policía Federal de los K las arresta por ejercer la prostitución y las llevan a comisarías donde las torturan o las obligan a tener sexo a cambio de que puedan seguir trabajando en las calles.
La política que lleva adelante la Iglesia Católica, no es muy distinta: presiona para que no se aprueben las leyes que mejorarían las condiciones de muchos de nosotros/as, como la ley de educación sexual o el derecho al aborto, todo esto promovido desde el Vaticano mientras nos acusan de enfermos/as y planteando la persecución hacia las personas homosexuales.
La discriminación de las patronales no es un tema menor ya que en ciertos lugares de trabajo uno no puede expresar abiertamente su sexualidad por miedo a perder el empleo o sufrir la discriminación, estas patronales no reconocen a nuestras parejas como familias y nos privan del salario familiar.
Por eso debemos construir una organización independiente del Estado y de los partidos patronales, para luchar por nuestros derechos:
- Matrimonio civil e igualación de los derechos que poseen las parejas heterosexuales. No a la heterosexualidad obligatoria
- Adopción para las parejas homosexuales
- Fuera la iglesia de nuestros cuerpos y nuestras vidas. Inmediata separación de la iglesia del estado
- Basta de violencia y discriminación
- Inmediata aprobación de la ley de matrimonio gay
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